Departiendo una velada post novena en medio de familiares, amigos y demás sapos que se presentan en las casas en donde afortunadamente, todavía alcanza la plata para hacer natilla y buñuelos, intempestivamente, uno de los niños dejo escapar una sonora emisión de gases intestinales. Léase pedo o flato.
Para mi sorpresa, el padre de este pequeño lo regaño y reprendió, armando una tremenda alharaca, todo por un simple gas. En un principio no podía creerlo, pues además de ser un niño, lo único que había hecho era tirarse un pedo. No era justo semejante escandola.
Gracias a muchos de ustedes, he logrado redactar un manifiesto en el que sostengo la defensa de tan “noble” acción, dándole el lugar que se merece en el diario vivir del humano común.
· Si todas las artes provienen de la inspiración y la exclamación de lo que el hombre lleva por dentro, el más artística expresión del arte orgánico.
· El pedo reconforta el alma y aliviana el cuerpo
· El pedo es una exclamación, poderosa y potente, que nos recuerda que el culo existe
· El pedo es un glade biológico
· El pedo no daña la capa de ozono
· A diferencia de otras cosas menos satanizadas como los mocos, el pedo no transmite enfermedades
· Los pedos se elevan sublimemente mientras que los mocos se quedan pegados
· El pedo ayuda a formar la personalidad. Si no huelen a nada serás un intrascendente. Si tienen un ligero aroma, será fácil darse cuenta si estas o no en el lugar correcto y con la gente apropiada.
· Cuando la situación es indeseable y se quiere escapar, un pedo vale mas que mil palabras
· Esta comprobado que un pedo en el momento justo, reanima y espanta el sueño.
· Mas del 60% de la humanidad se tira pedos debajo de la cobijas para poder olerlos durante el sueño.
· El otro 30% se tira pedos en pareja, permitiendo el avance en la exploración beforecoitus (léase antes de iniciar la actividad de empuje horizontal)
· Tan solo un 5% de la población tiene un puto colon tan envidiable, que nunca se tiran un pedo
Sin embargo, aun persiste una pequeña fracción, que se empeña en deslegitimar el pedo como una exclamación más de nuestra humanidad. Argumenta dogmas arcaicos y razones “non pópulos” para erradicar esa sublime expresión de corporeidad.
El pedo o flato ha acompañado al hombre desde su remoto pasado como primate.
Como atreverse a negar el innegable descanso que su parto le representa a nuestro cuerpo?
Como olvidar, que el que niega un pedo niega la madre?
Para mi sorpresa, el padre de este pequeño lo regaño y reprendió, armando una tremenda alharaca, todo por un simple gas. En un principio no podía creerlo, pues además de ser un niño, lo único que había hecho era tirarse un pedo. No era justo semejante escandola.
Gracias a muchos de ustedes, he logrado redactar un manifiesto en el que sostengo la defensa de tan “noble” acción, dándole el lugar que se merece en el diario vivir del humano común.
· Si todas las artes provienen de la inspiración y la exclamación de lo que el hombre lleva por dentro, el más artística expresión del arte orgánico.
· El pedo reconforta el alma y aliviana el cuerpo
· El pedo es una exclamación, poderosa y potente, que nos recuerda que el culo existe
· El pedo es un glade biológico
· El pedo no daña la capa de ozono
· A diferencia de otras cosas menos satanizadas como los mocos, el pedo no transmite enfermedades
· Los pedos se elevan sublimemente mientras que los mocos se quedan pegados
· El pedo ayuda a formar la personalidad. Si no huelen a nada serás un intrascendente. Si tienen un ligero aroma, será fácil darse cuenta si estas o no en el lugar correcto y con la gente apropiada.
· Cuando la situación es indeseable y se quiere escapar, un pedo vale mas que mil palabras
· Esta comprobado que un pedo en el momento justo, reanima y espanta el sueño.
· Mas del 60% de la humanidad se tira pedos debajo de la cobijas para poder olerlos durante el sueño.
· El otro 30% se tira pedos en pareja, permitiendo el avance en la exploración beforecoitus (léase antes de iniciar la actividad de empuje horizontal)
· Tan solo un 5% de la población tiene un puto colon tan envidiable, que nunca se tiran un pedo
Sin embargo, aun persiste una pequeña fracción, que se empeña en deslegitimar el pedo como una exclamación más de nuestra humanidad. Argumenta dogmas arcaicos y razones “non pópulos” para erradicar esa sublime expresión de corporeidad.
El pedo o flato ha acompañado al hombre desde su remoto pasado como primate.
Como atreverse a negar el innegable descanso que su parto le representa a nuestro cuerpo?
Como olvidar, que el que niega un pedo niega la madre?
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