viernes, mayo 28, 2010

En cambio, nada es igual

Recuerdas como existen muchas veces donde crees que mirar por el retrovisor es divertido?? Tal vez existan otros en los que tan solo se vean imágenes de un accidente imborrable. No importaba lo que fuera que estuviera capturado en ese cristal, de cualquier manera,

había quedado atrás.

Era común darnos el lujo de intentar filosofías sin peso y sin oriente, pensando que la humanidad elevada a santidad es un error propio de los hombres incautos que todo tienden a divinizarlo.

Y esperabas tus legados. Y juzgabas tus acciones en base a tu canon. Solo para rechazarlo por la conveniencia de que implicaba justificar tu humanidad.

Esta claro lo lejos que estoy de los excesos mentirosos que gustas satisfacer. Las letras no son un refugio en estos momentos. Por el contrario estoy muy cerca de las letanías, las abjuraciones y demás aberraciones imaginadas para expresar recelo y distancia.

Es cierto que las teclas son presionadas con mayor suavidad ahora. No es, de ninguna manera, una muestra de la decadencia o de un abandono. Es tan solo, que la pasión fluye diferente ahora. Igual la sinfonia de cada letra. La manera, ciertamente arrogante, en que todo se compone.

Las letras se articulan como siempre, es solo que, al igual que como ocurre cuando son vistas por primera vez, generan algún tipo de impresión que como efecto secundario provoca la emisión de ligeras y divertidas maldiciones, que poco peso tienen. Estamos, definitivamente muy cerca de deslizarnos a un abismo, pero no por accidente sino porque, esta claro, que no merecemos otra cosa. Lo que nos espera al final de la caída, no te lo digo, pero al menos rosas y espinas, chocolates y trufas acarameladas, no están en el ornato o el menú.

Estas pendiente del periódico de la juventud? Es extraño tener que recordar en cada titular como la débil mentalidad que un día atribuye a la más pura razón simplificada la justicia en cada acto, se ve tristemente doblegada, al cabo de un invierno. Ya esto son pasquines y amarillismos que justifican el cambio de oriente a occidente y que en estos días, el negro luzca tan blanco. Puede que lleguemos a madurar después de todo, pero, la manera en que lucimos como unos bocones, es completamente diferente.

Hay mejores maneras de cerrar los largos cuentos y las canciones extensas. Pienso muy a menudo en un paseo sobre la lluvia en que la alcantarilla termine por tragarnos. Es probable. Estaremos comiéndonos las uñas, descalzos y las medias tendrán algún tipo de marca que nos recuerda un lejano campamento en medio de la selva o de una abandonada población cerca de la ciudad.

Y el retrovisor tiene puntos muy ciegos de noche. Queremos mirar hacia atrás, pero convenientemente esta empañado. Acelera y prende las luces. Al menos eso, por esta vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anoche soñé contigo...