Iba a escribir de cosas completamente diferentes, pero varios sucesos me hicieron desistir de volver a recaer en esa pasion desenfrenada y malpaga que es el futbol.
La privacidad, la comodidad e incluso la comida que ofrece la casa, no puede, por alguna manera inexplicable, compararse con la experiencia de ir al estadio, de presenciar el partido en vivo. Cantar, gritar, echar madrazos, comer palito de queso, GOOOOL. Todo eso es insustituible. O asi lo parecia.
Muchas de las cosas buenas que podia tener el ir al estadio, se pierden en medio de las abismales idioteces vociferadas por adolescentes y no tan adolescentes, que mas bien parecen prepararse para ir a reciclar basura en Doña Juana, olvidandose por completo que van a ver un espectaculo deportivo.
No ir al estadio, ademas de evitar pedradas, botellazos y hasta puñaladas pendejas, significa no tener que encontrarse con la imagen prefabricada mas lamentable de cualquiera de las que copiamos. Hinchas de equipos, que para dinamizar el apoyo y la fuerza hacia sus jugadores, tomaron prestadas las canciones que fabricaron en argentina. Las copiaron con el "vos", "movéte" y eso que suena como "shio".
Son tan dignos de su pasado de indiazos, que se pelean entre ellos por establecer quien se copio primero. Y sin embargo me importa un bledo si quieren hablar como argentinos. Que mas da?
Pero lo que es verdaderamente lamentable, es ese inexplicable, insoportable e intoxicante afan por hablar como si fueran matones de la sierra. Presumiendo de glorias inicuas ensalsadas con un terrible asento de zorrero graduado con todos las infamias de haber sido paridos en medio de una calaña de sicarios, prostitutas, vagabundos y drogadictos. Y lo de drogadictos no es anecdotico, es hablando en terminos justos, un tema superlativo. Huelen a marihuana, a boxer, a ladrillo raspado, a susto, en fin, a cualquier porqueria.
Queria poner una foto. Una imagen seria mejor que ponerme a comentar o describir a estas personas. No encontre la que queria, pero se que ustedes la tienen en la mente.
Por todo lo anterior me aleje del estadio. No solo yo, sino mucha gente. Y es dificil volver mientras no haya una legislacion decente, que castigue a estos desadaptados, enviandolos a la carcel y sacandolos de cualquier acto publico que se realize en la ciudad. Condenandolos a vivir encerrados en una jaula, fumandose toda la hierba y el ladrillo que les sea posible hasta que su cerebro se termine de freir.
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