¿Lo Haras?

Me vas a cuidar?

…..Aun siento en mi boca rastros de tierra. Labios resecos. Señas de probable tortura y angustia. Ninguna demasiado evidente. Una terrible sed es poca evidencia.
Recobro los sentidos. Aun asi, nunca pedi que me extendieras tu mano. Y pese a todo, muy adentro mio la esperaba.

No me importaba escuchar tus sonrisas, ni ver la emoción de tu rostro, sin embargo he aprendido a dejar de engañarme. Se que los detalles de tu fuerza pudieron marcar el ritmo de mi latir.

Mira mis manos!! ¿Cómo puedes estrecharlas? Están sucias y destrozadas. Intentaron dictar sentencia en contra mía. Han perdido el tacto y sin embargo encuentras en ellas calor. Logras que sean autoras de las más hermosas palabras en mucho tiempo; Son también cómplices de crímenes atroces en un pasado reciente.

En mis ojos llenos de amargura y desolación, tu no encontraste la simple armonía del color de un agonizante, sino la luz de la razón que tu alma buscaba para iluminar más fuerte que nunca;

¿Cómo, como lo haces? Si ni siquiera te miro. Si cada que puedo te esquivo la mirada y cuando esto me es imposible, solo atino a ofrecer una seriedad fraudulenta en mi gesto.
Nunca pedí oraciones. No pedí que tus bendiciones me fueran otorgadas y sin embargo, poco a poco, todo el bien que orgullosamente me negaba, llego.

Me vas a cuidar?
No tengo miedo de vivir. Perdí mucho del miedo a morir, pero realmente temo que no pueda volver a renacer sin antes cometer una locura que me haga sentir verdaderamente culpable. Un crimen que equipare lo que adeudo con todo lo que injustamente se me haga pagar.

Y no preguntes porque soy tan poco imperceptivo, si ante tanto derroche de humanidad, respondo como un frio viejo que nada de lo que hagan puede sorprenderlo.
Tal vez es todo lo contrario y estoy estupefacto, porque no esperaba encontrar en el ser ordinario la belleza que tanto busco, lejos de todo reproche; ajena a las razones vanas que desfilan a diario en la cabeza del ordinario; lejos de esa sucia percepción de vida que tanto me asquea y por la que casi me condeno.

Quiero pensar que cada paso que doy es el más seguro posible. Y aun así, momentos como este me regalan la oportunidad de pensar que no todo en la vida puede ser tan cuadriculado, tan premeditado. Que pese a todo, así no tenga la habilidad de soñar, puedo permitir que alguna cosas pasen porque simplemente tenían que suceder y no porque mi enorme y egocéntrico designio así lo ordena. Sería seguir limitándote. Sería volverme todo lo que odio.

Por eso te pregunto cómo lo haces.
¿Cómo encuentras que mis palabras no se cargan de sentimientos llenos de la mas pestilente nostalgia y confías plenamente en la madurez de mis preceptos? ¿Cómo encuentras que mi sonrisa tiene valor en este mundo? ¿Cómo logras hacerme sentir el calor de una piel que permanece helada por la voluntad, la razón y la situación?

¿Cómo encuentras un ser humano y no la maquina que me he programado para ser?

Solo puedo encontrar una razón verdadera por la que no tenga que regresar la mirada y ver hacia aquella fosa.
Seguramente lograste hacerme ver que de alguna manera, no todo lo que escurre sobe mi piel es hielo y cenizas…….Si me vas a cuidar, cuídame de mi primero. Solo así lograre volver a comprender la inmensa virtud de un acto como el tuyo.